Lluís Bassets en su artículo, “Europa, esa desconocida”, finaliza con la sentencia “obedecer y callar”. En esta ocasión no estoy de acuerdo, pues prefiero mantener la dignidad como ser humano muriendo derecho si es necesario, a vivir arrodillado en sintonía similar, al sacrificio altruista por el bien común realizado hace pocos días por los principales accionistas de la empresa Editora Prisa, y sin la menor duda, al de muchos ciudadanos europeos que también estarían en disposición a realizar.
En la actual coyuntura de crisis, desde su recrudecimiento iniciado el año 2.000, la constitución e integración en la CEE y el euro, ha sido la mejor decisión acertada que los ciudadanos de los países europeos hemos podido realizar, tras siglos de conflictos. Nunca podremos saber lo extraordinario de esta gran decisión y acierto. Posiblemente algún día lleguemos a saber en qué situación estaríamos ahora de no estar en la CEE con el euro, pero hay indicios más que suficientes para asegurar, que estaríamos casi todos en Europa mucho peor, desde hace al menos 4 años.
Desde la creación del euro, hay que empezar a decirlo alto y claro, la hegemonía del dólar como moneda de uso en los intercambios comerciales mundiales, hubiera ido decreciendo si EEUU no hubiera puesto en funcionamiento la maquinaria de la arquitectura financiera piramidal de las subprimes y asociadas, entre otras que algún día se sabrán. Si tenemos en cuenta, que desde los años 80, los 9 premios Nobel de economía, trabajan para quienes controlan desde lo alto de la pirámide la economía mundial y, si analizamos el dogma e ideario de todos ellos respecto a multitud de cuestiones económicas, sociales y humanas, además de las consecuencias evidentes en el tiempo transcurrido de sus consignas, a lo largo y ancho del planeta, por medio del BM, FMI, otras instituciones y empresas de calificación, podremos ver claramente cuanto sucede, respecto a la dura y tiránica dictadura económica que tenemos y que, muchos economistas de prestigio solapadamente vienen advirtiendo desde hace tiempo. Hoy sin ir más lejos, en El País en la Tribuna Paul Krugman, “Islandia, el camino que no tomamos”, podemos leer entre líneas cuanto sucede, añadido a las conversaciones publicadas aquí también de la Sra. Merkel con el Sr Charles Dallara, director general del Instituto Internacional de Finanzas (IIF), que representa a los 400 bancos más importantes del mundo, con la advertencia de "Asuman la quita del 50% o prepárense" y la declaración sobre la deuda del Sr. Zapatero, que deben de estar sufriendo lo insufrible junto al resto de gobernantes y dirigentes europeos, por encontrar una solución a la crisis de la dictadura de la deuda con el mínimo de repercusión para sus ciudadanos.
Efectivamente sin duda, el Euro va a resistir y se van a superar muchas de las dificultades de cohesión e integración político económica sociales europeas, a poco que los gobernantes tengan la suficiente visión y valentía de apoyarse en sus ciudadanos, hablándoles con claridad de cuanto sucede, para conseguir el respaldo solidario de toda la sociedad en general. En este aspecto los medios de comunicación tienen una gran responsabilidad y oportunidad única en asumir con independencia, la función social que les corresponde en libertad. Los ciudadanos estamos suficientemente preparados y conscientes, aunque no lo parezca, como bien saben los medios de comunicación bien informados y posicionados.
En esta situación crucial más que nunca, todos los ciudadanos de Europa debemos hacer piña y apoyar a los gobernantes. Los dirigentes empresariales de las grandes empresas y medios de comunicación deben de hacer piña y perder falsos miedos y amenazas velas o directas al posible colapso, que no se va a producir, pues todos tenemos mucho que perder. Naturalmente se debe evitar el enfrentamiento frontal, procurando respetar y mantener el statu quo, integrando en la solución el llegar a un acuerdo objetivo de un aplazamiento a muy largo plazo de la mayor parte de las deudas, sin tiritas y parches, que para lo único que serviría es, para seguir manteniéndonos esclavizados en corto a todos los ciudadanos y al sistema productivo empresarial, incluida vuestra industria, con graves restricciones de toda naturaleza que, al final, nos llevaría a una explosión social con multitud de consecuencias y calamidades a nivel humano. Aún estamos a tiempo, hay que bien reflexionar cuanto sea necesario y tantear en la próxima cumbre del G20, y si es necesario, convocar otra cuando proceda. Es lo menos que nos merecemos los ciudadanos como seres humanos, que es lo esencial a defender, por encima de cualquier otra consideración.
Ciertamente hay multitud de obstáculos a superar de intereses entrecruzados, solapados y servidumbres, pero de no bien solucionarse la actual crisis, el rebote será imparable sin alternativa de solución, pues se habrán reducido los muros de contención y la red de protección social estará llena de agujeros. Así, es fundamental bien actuar en cuanto es esencial de los seres humanos y en el progreso y coexistencia de la civilización universal. Iniciemos todos juntos el cambio para bien con dignidad, como seres humanos inteligentes responsables y conscientes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario