miércoles, 30 de septiembre de 2009

La vocación por la enseñanza, la motivación por los méritos y el reconocimiento social por encima de las cosas y el dinero, la motivación por el progreso del ser humano - como paradigma e ideal, sin la división y exclusión de las personas por cualquier causa la que sea, la asunción de responsabilidad consigo mismo y con los demás por parte del profesorado y los consejos escolares designando por vocación y elección de liderazgo al director, entiendo , puede ser la clave que permita orientar y dirigir con acierto la educación de nuestros hijos para el futuro. No parece razonable para la educación del futuro de un país, elegir el camino de las imposiciones, mejor parece recuperar el valor de lo esencial, el valor del ser humano por encima de las recompensas materiales, si queremos creer en el ser humano. Las diferencias deben de sobrevenir por la propia naturaleza y el esfuerzo del intelecto, excluyendo las ajenas a la propia naturaleza del hombre.

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