Insensible diálogo social (Avance Modelando el Presente)

El País publica la noticia “La presión de la patronal provoca la suspensión de la reunión del diálogo social”

El aparente fondo de discusión queda reducido a la rebaja de las cuotas sociales para las empresas y el aumento a un año del periodo de percepción de 450 € para quienes agoten el desempleo. Obviamente, aparentemente se han salvado las diferencias existentes en cuanto a unificar el modelo de contratación, las indemnizaciones por despido y finalización de contratos.

Mientras, siguen corriendo las perspectivas de incremento del desempleo a un año vista, aquí los representantes sociales y el gobierno casi bloqueados sin apenas progresos significativos ya no para ponerse de acuerdo en un par de parches que ni eso, sino algo peor, evidencian todos, insensibilidad social y falta de visión y perspectiva al menos a 2 años.

En lugar de acordar medidas flexibles, si se quiere transitorias, para estimular el pleno empleo, (sería más correcto decir ocupación), en la actual situación excepcional se empeñan en negociar posturas absurdas de periodos de funcionamiento digamos caducados.

Insensibilidad social sería lo más suave que define la actitud de los representantes sociales. Salvar la situación actual, digamos 2 años vista, es lo esencial, teniendo en cuenta que son demasiadas las dependencias de cuantas medidas se terminen de poner en marcha en los próximos 12 meses a nivel global.

Equilibrar el déficit y la deuda del estado por la suma de ayudas directas y diferidas a quienes sean, asegurar la viabilidad de la caja de la Seguridad Social, y así seguido en el orden y prioridad que se quiera, no llevan a ningún sitio que suponga actuar con seguridad en salir bien de ninguna medida por la imprevisibilidad de casi todo y por la interactuación de multitud de actuaciones de actores ajenos a nuestro país.

Obviamente esto, no supone intentar evitar el agravamiento, pero el resultado a obtener y el que pueda ser, será más que dudoso.

Así nos quedaría lo esencial y es a saber, el ser humano, los ciudadanos, que necesariamente tenemos que delegar y confiar, queramos o no, en el buen hacer de quienes deciden el día a día de nuestras vidas en lo esencial.

La excepcionalidad del momento requiere medidas excepcionales flexibles, que puedan cubrir el ajuste discrecional por el gobierno según evolucionen los acontecimientos, sería preferible el acuerdo en cuanto a las reglas, actuaciones y el escenario.

Al final, al margen del factor esencial humano, sólo un aspecto condiciona el devenir de casi todo, a saber, el dinero. El dinero de los ingresos y pagos del Estado, las empresas y los ciudadanos para atender sus necesidades corriente y obligaciones contraídas o sobrevenidas.

Hay dos ingredientes a destacar de los anteriores, el beneficio de asegurar y mantener la calidad de vida de los ciudadanos y los beneficios empresariales, , o sea crear e incrementar la riqueza del país. También existe el beneficio intangible de la sociedad en general, y que se logre motivar y dar ánimo a los ciudadanos con un plan de ocupación plena para todo el mundo. Parece razonable, que empezando por los funcionarios y asimilados, estos cedieran una quinta parte de su jornada y sueldo para compartir su empleo fijo e ingresos para toda la vida y parecido deberían de hacer las empresas y profesionales liberales respecto al margen y obtención de beneficios empresariales e ingresos personales.

También debería de haber consenso en evitar fichajes de piernas de diamantes de 90 millones de €, sobresueldos de escándalo y asimilables, pues suponen una gran contradicción además de todo una humillación que se realicen semejantes e innecesarios actos ostentosos en las circunstancias actuales.

Por favor, señores gobernantes, dirigentes y representantes sociales, hagan algo bien de verdad por una vez en sus vidas. Una única vez, es proponérselo. Gracias…

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