Bien parece, que la individual biblioteca biológica que cada cual posee en su particular armario, está falta de muchas páginas pendientes de escribir y consensuar con nuevas ideas, definiciones y modos de comportamiento y actuación.
El debate, el monólogo y la discusión, más parece el púlpito de oradores condicionados en el tiempo a idearios y dogmas caducados, que a las nuevas necesidades de oratoria y praxis de los tiempos del siglo XXI.
Presiento, que este es uno de los elementos esenciales que alimentan la creciente desconfianza e incertidumbre de los ciudadanos en nuestros dirigentes gobernantes, políticos, económicos, empresariales, etc. y pienso esta es la causa de la resistencia de todos y cada uno de los actores, clanes, grupos, perfiles, etc.
El discurso en sí mismo y los modos de los actores que, se supone, deben encauzar y motivar a los ciudadanos, (millones de libros), son contradictorios, condicionados y sin sentido, pues la discusión es irrelevante en cuanto a lo esencial del Ser Humano, como Bien Universal, libre de condicionantes e idearios. Posiblemente, la mayoría no somos conscientes de la esencia, pero el comportamiento, es más que un indicio de las causas de la resistencia.
Los idearios, sean los que queramos, forman parte de páginas del pasado sobre las que hay que escribir con nuevas palabras y modos en las páginas en blanco que durante toda la vida hay que escribir con esfuerzo y libre iniciativa.
Bien saben los escritores de oficio o aficionados, el vértigo que significa sentarse delante de una página en blanco y modelar sin defectos la figura escrita del pensamiento.
El pensamiento vuela y, generalmente, solemos ver e idealizar la genialidad de la creación del pensamiento, pero cuando se empieza a trasladar al barro y modelar con las manos la obra, nos damos cuenta de las enormes dificultades de los materiales a emplear y la figura a realizar.
En estos momentos, la figura y el libro están por empezar, y solo son producto de nuestra imaginación.
Si perdemos el Miedo a la Libertad del Ser Humano Universal, quizás encontremos el camino que no vemos y que está delante de nuestros ojos esperando a ser disfrutado.
La Gran Biblioteca de la Humanidad es cuanto hay que aglutinar y ordenar con todos y cada uno de los libros dispersos existentes, recuperando incluso, los libros quemados en la antigua Alejandría, pero ello requiere, que se impida seguir llevando a la hoguera los actuales libros.
El debate, el monólogo y la discusión, más parece el púlpito de oradores condicionados en el tiempo a idearios y dogmas caducados, que a las nuevas necesidades de oratoria y praxis de los tiempos del siglo XXI.
Presiento, que este es uno de los elementos esenciales que alimentan la creciente desconfianza e incertidumbre de los ciudadanos en nuestros dirigentes gobernantes, políticos, económicos, empresariales, etc. y pienso esta es la causa de la resistencia de todos y cada uno de los actores, clanes, grupos, perfiles, etc.
El discurso en sí mismo y los modos de los actores que, se supone, deben encauzar y motivar a los ciudadanos, (millones de libros), son contradictorios, condicionados y sin sentido, pues la discusión es irrelevante en cuanto a lo esencial del Ser Humano, como Bien Universal, libre de condicionantes e idearios. Posiblemente, la mayoría no somos conscientes de la esencia, pero el comportamiento, es más que un indicio de las causas de la resistencia.
Los idearios, sean los que queramos, forman parte de páginas del pasado sobre las que hay que escribir con nuevas palabras y modos en las páginas en blanco que durante toda la vida hay que escribir con esfuerzo y libre iniciativa.
Bien saben los escritores de oficio o aficionados, el vértigo que significa sentarse delante de una página en blanco y modelar sin defectos la figura escrita del pensamiento.
El pensamiento vuela y, generalmente, solemos ver e idealizar la genialidad de la creación del pensamiento, pero cuando se empieza a trasladar al barro y modelar con las manos la obra, nos damos cuenta de las enormes dificultades de los materiales a emplear y la figura a realizar.
En estos momentos, la figura y el libro están por empezar, y solo son producto de nuestra imaginación.
Si perdemos el Miedo a la Libertad del Ser Humano Universal, quizás encontremos el camino que no vemos y que está delante de nuestros ojos esperando a ser disfrutado.
La Gran Biblioteca de la Humanidad es cuanto hay que aglutinar y ordenar con todos y cada uno de los libros dispersos existentes, recuperando incluso, los libros quemados en la antigua Alejandría, pero ello requiere, que se impida seguir llevando a la hoguera los actuales libros.
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