lunes, 12 de marzo de 2012

"Hablar a los corazones, no a sus mentes"

Lloramos y sufrimos porque estamos huérfanos. Damos gritos de esperanza por las “Deudas que nunca se pagan...”. Somos lo que hacemos, no lo que decimos. Nuestros actos no reflejan nuestras palabras. La responsabilidad de los políticos y dirigentes, que libremente han elegido su obligación, es garantizar el bienestar presente de los ciudadanos y el futuro de nuestros hijos.

 

Nunca es demasiado tarde. Nelson “Mandela, un ejemplo para todos”, con su inteligencia  emocional descubrió la “La Piedra Filosofal” que decía, "Hablar a los corazones, no a sus mentes". El derrumbamientos de la URSS, la caída del muro de Berlín, el 11 S y otros muchos sucesos, fueron acontecimiento imprevistos “En este viaje con destino conocido…”

 

 "Multitud de condicionantes y falsas servidumbres atenazan la convivencia de las personas, en especial, las inconscientes pasiones y debilidades humanas, que se interponen a la inteligencia racional, al conocimiento, la información objetiva, y en definitiva, al progreso equilibrado entre los seres humanos y el entorno." 

"El ser humano, no puede aspirar al ejercicio de la libertad y todo lo implícito relacionado con la libre elección como la democracia, la dignidad, el progreso, y en general, el bien para sí mismo y los demás, si está supeditado a la tiranía de los medios económicos y ambientales creados por el hombre en perjuicio de la inmensa mayoría, poniendo en grave peligro a todos."

El caso es, que habitualmente, un gesto, una breve conversación, una frase, un bello texto, el estribillo de una canción, el dibujo de un niño, una pintura rupestre, un tráiler de un documental o película entre infinitas incitaciones, proporcionan el suficiente impulso y motivación para modelar con las manos la figura del momento y actuar con la “Inteligencia emocional colectiva”.   

El azar siempre está al acecho y no siempre se puede contar con el acierto o la inspiración de la química individual, tanto para recibir como para ofrecer.          

"El ojo ve sólo lo que la mente está preparada para comprender". Henri Bergson

El aserto de que vale más una imagen que mil palabras puede ser válido en cuanto se refiere a la atención que prestamos cuando una película ya sea en el cine o en cualquier otro soporte, que requiera nuestra atención y haya una visión amplia espacial de cuanto estamos visionando. Sin duda, el guión debe de activar el interruptor emocional del espectador, bien por una vivencia personal o simplemente como sucede normalmente por reprimir una forma de ser latente que no manifestamos.

Recomiendo vean las siguientes películas y documentales:



Contemplar la belleza de la danza de las palabras o las imágenes es todo un éxtasis de la imaginación, difícilmente superable por cualquiera de los placeres que se puedan convocar y disfrutar por los sentidos. La dubitativa danza, más allá de la limitación del escenario, incita el vuelo de la bailarina que a mucho esfuerzo agita la imaginación intentando dar forma modelando la figura.

http://lacomunidad.elpais.com/montejb/posts

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