La nueva empresa

En lo esencial se parecerá más a un taller artesanal especializado, independiente del tamaño, en el esfuerzo solidario aglutinado por el buen hacer profesional, la consolidación y la obtención de beneficios a medio largo plazo que al sistema obsoleto actual de todo en uno a corto plazo.

Se requiere de estabilidad y cohesión social del capital dinerario y humano como esencial elemento integrador del nuevo modelo productivo que poco a poco irá sustituyendo al actual sistema.

Un nuevo marco de relación productiva que proporcione seguridad y embride la seguridad que ofrece el estado subsidiariamente como elemento aglutinador y de progreso. Si tenemos en cuenta que el trabajo es el primer lugar externo de permanencia de tiempo ocupacional disponible, razonable parece que deban de cambiar el modelo de cohesión e integración del capital después de más de un siglo inamovible en la esencia.

El esfuerzo del capital necesario para producir el producto final es fundamental para determinar la relación del reparto de los beneficios y el eje principal sería la consolidación en el tiempo en un entorno cambiante de la actividad. La flexibilidad para adaptarse a los seguros cambios es la base de la nueva relación y el reparto de responsabilidades y beneficios o pérdidas el marco de seguridad primario que junto a la seguridad subsidiaria del estado organizador permitirá respetar la libre elección y libertad de las personas respetando las reglas y escenario de actuación.

Se debe de procurar la armonía ocupacional con la disponibilidad y necesidades de la población humana de modo que no sobren se desperdicien, infrautilicen o sobreutilicen bienes y productos. Actualmente ya existen suficientes conocimientos y avances tecnológicos para gestionar la información, necesidades y disponibilidades, siendo necesaria la formación para adquirir la suficiente consciencia y asunción de la mayoría en todos los aspectos y localizaciones.

Resuelto lo anterior, quedarían solo, las diferencias que puedan sobrevenir por la propia naturaleza y el esfuerzo del intelecto, no por las cosas y medios creados por el hombre como sucede, pues entonces de que sirve el progreso si sólo se benefician unos pocos privilegiados a costa de los demás.

Así, más lógico parece, que la motivación por el progreso del ser humano por un mundo de abundancia en armonía y equilibrio con el entorno en que, toda las personas puedan acceder y disfrutar activamente de los derechos humanos en libertad y libre elección, sin más condicionante, que el conocimiento y la disponibilidad de cada cual y los bienes y medios de transformación del entorno, resultando ser lo más aproximado a lo esencial del progreso del ser humano.

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