Como saben los profesionales de las finanzas y los dirigentes a cualquier nivel, la contabilidad es un intento de aproximación a una realidad financiera aparente. Aunque la mayoría de las personas no lo comprenden, no son trasladables los modos y costumbres de la economía domestica familiar, ya sea individual o de un pequeño negocio a la gran banca o empresa, menos si es global.
En la economía pequeña domestica, la evaluación de la situación propia de la información es instantánea y la relativa y/o externa predecible a corto medio plazo.
En la economía mediana y grande la información suele ser rápida, pero gestionarla y analizarla requiere de medios y personas que suponen perder la inmediatez, además de los factores externos que en cualquier punto y momento puede afectar en los resultados gravemente, en ocasiones a medio o largo plazo.
A todos les afecta en diferente grado e intensidad decisiones de terceros, ya sean sectoriales, colectivas, puntuales o coyunturales, del gobierno o de coincidencias sobrevenidas en el tiempo del mercado.
Es radicalmente falso hablar de los grandes beneficios o perdidas pasadas de cualquier empresa, persona o grupo. Solo son extraíbles los resultados de quienes han quebrado o simplemente cerrado. Los demás que siguen forman parte del devenir del entramado con sus correcciones por los defectos y vicios implícitos y adaptación al sistema.
Una muestra entre miles, una decisión errónea de una empresa en cambiar el sabor de un producto le supone una pérdida multimillonaria del beneficio conjunto de varios años, sin embargo, como sólo fabrica y vende un producto sencillo y los beneficios anuales son solo una pequeña parte del conjunto, la pérdida puntual solo supone un contratiempo pero ni de lejos la bancarrota o la quiebra.
La información y las consecuencias en el tiempo afectan directamente en cualquier actividad humana, la capacidad de anticipación y previsibilidad razonable y objetiva el antídoto. La contabilidad financiera puede llegar a ser irrelevante si se pasa por alto o llega tarde el punto anterior. Esto es aplicable a los falsos beneficios y pérdidas de todo lo demás para quien sepa y quiera verlo.
http://lacomunidad.elpais.com/montejb/posts
En la economía pequeña domestica, la evaluación de la situación propia de la información es instantánea y la relativa y/o externa predecible a corto medio plazo.
En la economía mediana y grande la información suele ser rápida, pero gestionarla y analizarla requiere de medios y personas que suponen perder la inmediatez, además de los factores externos que en cualquier punto y momento puede afectar en los resultados gravemente, en ocasiones a medio o largo plazo.
A todos les afecta en diferente grado e intensidad decisiones de terceros, ya sean sectoriales, colectivas, puntuales o coyunturales, del gobierno o de coincidencias sobrevenidas en el tiempo del mercado.
Es radicalmente falso hablar de los grandes beneficios o perdidas pasadas de cualquier empresa, persona o grupo. Solo son extraíbles los resultados de quienes han quebrado o simplemente cerrado. Los demás que siguen forman parte del devenir del entramado con sus correcciones por los defectos y vicios implícitos y adaptación al sistema.
Una muestra entre miles, una decisión errónea de una empresa en cambiar el sabor de un producto le supone una pérdida multimillonaria del beneficio conjunto de varios años, sin embargo, como sólo fabrica y vende un producto sencillo y los beneficios anuales son solo una pequeña parte del conjunto, la pérdida puntual solo supone un contratiempo pero ni de lejos la bancarrota o la quiebra.
La información y las consecuencias en el tiempo afectan directamente en cualquier actividad humana, la capacidad de anticipación y previsibilidad razonable y objetiva el antídoto. La contabilidad financiera puede llegar a ser irrelevante si se pasa por alto o llega tarde el punto anterior. Esto es aplicable a los falsos beneficios y pérdidas de todo lo demás para quien sepa y quiera verlo.
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