Con motivo de un problema de aprovechamiento de una superficie comercial mal planificada en su inicio, asumí en el año 85, la realización de un proyecto de viabilidad económica de uso comercial de un edificio.
Después de un año de trabajo de campo, estudio de alternativas y problemáticas en diferentes localizaciones similares, llegué a una formulación muy novedosa, que la propiedad no aceptó ni quiso poner en práctica, pues pensaban que al final venderían los locales. Desgraciadamente, los locales no se vendieron, el centro se terminó cerrando con un escaso 10% de ocupación y pasado los años se derribó para aprovechamiento del solar para otro uso.
Al caso es, que el planteamiento comercial lo guardé con otros productos diseñados en una carpeta de productos y proyectos a futuro.
Curiosamente, en el año 2000/2001 me llevé una gran alegría al enterarme del proyecto de la emisora de radio Kiss FM, que mediante la firma de un acuerdo comercial muy novedoso con una cadena de emisoras pudo emitir con amplia cobertura. Lo novedoso del acuerdo, idéntico al ideado por mí en el año 85 para otro uso 15 años antes, era cobrar una módica cantidad por oyente o audiencia.
El acuerdo fue un rotundo éxito de oyentes, audiencia e ingresos para el propietario de Kiss FM, que llevó a renegociar las condiciones del acuerdo inicial con la cadena en cuestión, previo pago hasta la fecha de los importes devengados. Mi alegría fue doble.
El País y otros medios publican la noticia de que; La industria cultural renuncia al sistema de avisos para frenar las descargas de Internet.
Bien, así llegamos, a que la sociedad o quién sea que represente y aglutine los intereses y derechos de los músicos, deben de plantear el negocio desde otra óptica a saber;
-El material con los contenidos estarían depositados en un sistema que permite la audición o visionado en origen sin descarga de los contenidos.
-El pago se haría, independiente del dispositivo o medio de acceso, por uso o acceso unitario al material del fondo mediante bonos recargables de prepago por importe de digamos 15 euros, siendo el coste para el usuario de digamos 0,015 céntimos de euro por minuto para canciones, es decir por escuchar una canción de 4 minutos pagaría 6 céntimos de euro o lo que es lo mismo, en un bono de 15 euros podría escuchar 250 veces una canción o 250 canciones de 4 minutos. Para una película, digamos que se pagaría a 0,025 céntimos de euro por minuto así por una película de 90 minutos pagaríamos 2,25 euros.
Este planteamiento de negocio a futuro, permite anticiparse en la desaparición de los soportes y en el pago por acceso a los contenidos mediante bonos, suscripciones y packs de multi acceso a contenidos. Obviamente, no es difícil anticipar la aplicación para otros usos.
http://lacomunidad.elpais.com/montejb/posts
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